Texto publicado originalmente en Echanges nº 148.
En la primera parte de este texto ya hemos demostrado que el proletariado está en continua expansión a nivel mundial. Por supuesto, hay quien piensa que cuando las máquinas sustituyan del todo al hombre, o si se quiere, cuando el trabajo muerto prevalezca completamente sobre el trabajo vivo, doblarán las campanas por la civilización capitalista. Ciertamente no es la primera vez que se plantea esta contradicción dialéctica del capital.
Ya en los años 20 Eugen Varga[1] subrayaba que el aumento del capital constante a expensas del capital variable (trabajo vivo) no era una tendencia relativa dentro del capitalismo, sino absoluta. Tampoco consideraba que la eliminación del trabajo vivo fuera un fenómeno relativo, sino que afirmaba que tenía un carácter absoluto: mientras la mano de obra disminuía en la industria, la producción continuaba aumentando.Continue Reading















