La situación social en Francia

Francia, 26 de mayo.

El objetivo de este texto es reflexionar sobre la situación social actual y la correlación de fuerzas entre las clases en Francia y en el resto del mundo. Los trabajadores se verán obligados a superar el contexto actual de ataques salvajes contra la clase obrera, que duran ya 30 años, y cuyo objetivo es salvar el capitalismo.

El movimiento social que se inició hace 2 meses permanece ampliamente encuadrado y manipulado por las fuerzas de la izquierda burguesa. La clave de la situación está en el derribo de la cárcel burguesa que es Nuit Debout, en la que nos han encerrado. Y esto también requiere de la reflexión y de abiertas discusiones políticas sobre nuestra situación, pero al margen del marco limitado, impuesto y bien acotado de Nuit Debout.Continue Reading

Estratos en la clase obrera

El siguiente artículo fue escrito por Martin Glaberman, bajo el pseudónimo de Martin Harvey. Se publicó por primera vez en el nº 6 del Boletín interno de la tendencia Johnson-Forest, 21 de agosto de 1947. 

En las discusiones que hemos sostenido y en algunos de los artículos que han aparecido y aparecerán en este Boletín, hemos empezado a concretar uno de nuestros conceptos políticos más básicos, que ha ido apareciendo de manera generalizada en nuestros documentos y resoluciones políticas. Nuestra política se basa, en buena medida, en la concepción de Trotsky[1] sobre la vocación instintiva al socialismo por parte de los trabajadores. Esta disposición teórica no es para nosotros una frase vacía que dedicar a los manifestantes los días de fiesta o en los discursos del 1º de Mayo, sino que, como toda teoría, se trata de una guía para la acción. El análisis teórico y la correcta comprensión del proletariado debe constituir el núcleo de nuestra teoría y nuestra práctica como revolucionarios. ¿Cómo podría ser de otra manera si el propio movimiento se basa, ante todo, en la conquista del poder por parte de la clase obrera? Continue Reading

Cómo la burguesía intentó acabar con la lucha de clases: el corporativismo fascista y democrático

La primera masacre imperialista que comenzó en 1914, y que fue apoyada por los partidos socialistas adheridos a la II Internacional y por casi todas las organizaciones sindicales, no logró liquidar el impulso clasista del proletariado europeo. El periodo revolucionario que se inicia en 1917 (revolución rusa, bienio rojo en Italia, trienio bolchevique en España, revolución espartaquista en Alemania, República Soviética de Hungría, motines de obreros y soldados, etc.) puso a la burguesía internacional en serias dificultades, obligándola a reaccionar. Y la respuesta de los capitalistas se orientó hacia la solución corporativa. “La Burguesía no dejaba de percibir y de temer las gigantescas e inevitables conmociones sociales futuras, la crisis, la guerra y las tempestades revolucionarias. Las cuestiones antes eludidas debían ponerse sobre el tapete. Había que perfeccionar la máquina de explotación, hacerla aún más resistente a las agitaciones sociales, aumentar el poder opresivo del Estado capitalista al nivel que exigen las imperiosas necesidades históricas. Había, pues, que instaurar una especie de Unión Sagrada orgánica, absorber al proletariado en una red de instituciones estatales destinadas a captar las menores efervescencias de clase, resumiendo, crear un ambiente pestilente que ahogara hasta el menor reflejo de conciencia proletaria. En fin, había que crear una economía de guerra en una atmósfera de “paz social” para así soldar al proletariado en cuerpo y alma al destino del Capitalismo.” (Otra victoria del capitalismo: el seguro obligatorio de desempleo, J.B. Mélis).Continue Reading

Los derechos del Trabajo

Legalidad y evolución económica del capitalismo [1]

La cuestión de la legalidad de los sindicatos y del derecho de huelga va ligada por definición a la del Estado burgués. Constituye la premisa del grave problema actual que consiste en la integración de los sindicatos en el seno de las instituciones estata­les capitalistas. Visto desde el lado opuesto, plantea el problema fundamental para el marxismo de la autonomía de las organizaciones económicas y políticas del prole­tariado y la emancipación de la clase obrera por sí misma.

Durante el primer período de su dominación, todo resultaba claro y sencillo: la burguesía prohi­bió sistemáticamente los sindicatos, como Marx y Engels muestran en los textos que siguen, en Inglaterra, Alemania y Francia. En los inicios del capitalismo, al no disponer la clase obrera de la más mínima reserva, no sospechaba siquiera que pudiese existir un Estado capitalista en donde estas condiciones resultasen sensiblemente mejora­das. En los momentos de crisis aguda no podía, pues, refrenarla ninguna ilusión sobre un próximo por­venir mejor, de manera que la lucha económica desembocaba de modo natural en el terreno político, en la calle, y en las barricadas contra los bastiones del Estado burgués.Continue Reading

El Estado de Bienestar: ¿Una conquista de la clase obrera? · Los sindicatos obreros y el Estado capitalista

Es un lugar común considerar el Estado de Bienestar y todas las instituciones y mecanismos que se derivan de él como una conquista de la clase obrera, lograda al precio de grandes luchas y sacrificios. Estos párrafos, escritos en 1937 por el comunista belga J.B. Mélis y que forman parte de un artículo más extenso (Los sindicatos obreros y el Estado capitalista), nos ofrecen una visión completamente distinta de todo ese proceso, que, desplegándose en medio de la mayor crisis económica conocida, lejos de buscar el bienestar de la clase obrera trataba de «aniquilar las organizaciones proletarias, que suponían una amenaza directa para el régimen cuando las condiciones históricas las empujaban a romper el círculo de la acción puramente reivindicativa«. En esta primera parte se resume este proceso histórico mediante el cual la burguesía logró insertar las organizaciones sindicales en su mecanismo estatal, castrando su contenido clasista y su autonomía y convirtiéndolas en instrumentos al servicio de los patrones, bien mediante la violencia o con métodos democráticos. En una segunda parte se tratará la cuestión de la Seguridad Social y las prestaciones por desempleo.

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