Por una coordinación a nivel europeo en el sector del transporte y la logística

Traducción del manifiesto del sindicato italiano SI Cobas publicado originalmente en la web Cortocircuito.

En las pasadas décadas se ha venido desarrollado un proceso de concentración en el sector del transporte, que se refleja en el surgimiento de los centros de logística en las afueras de las ciudades de todos los países, donde trabajan cientos de miles de obreros. En Europa hay 10 millones de obreros trabajando en este sector, entre los cuales 5.7 lo hacen en el transporte por tierra, 2.8 millones en almacenes y logística, y 1.75 millones en empresas de transporte privadas y servicios postales (en Italia, en el primer trimestre de 2015, eran 537.000, 248.000 y 180.000 respectivamente, según Eurostat).

En Italia, los obreros de este sector están entre los más explotados  y peor pagados: en los almacenes el trabajo es duro, lo que a menudo provoca lesiones e incluso puede llegar a incapacitar para el trabajo físico, aunque no se reconoce ninguna pensión por discapacidad. En el sector del transporte, las leyes europeas sobre el descanso obligatorio no se suelen respetar, y los conductores se ven obligados a trabajar hasta que el cuerpo les aguante física y mentalmente, lo que implica gran peligro para su seguridad y les priva de tiempo libre, de la posibilidad de llevar una vida normal y de sus relaciones personales.

Para trabajar en los almacenes y el transporte (operarios de carga y conductores), las empresas italianas han contratado sobre todo a mano de obra inmigrante, con el objetivo de reducir los salarios: el método más usado es el de emplear unos intermediarios que, gracias a su estatus legal de “cooperativas” y a una legislación favorable, pueden saltarse algunas leyes laborales nacionales, como el pago del salario por enfermedad o lesión laboral, pueden flexibilizar el horario, eliminar el pago de horas extra, reducir la paga extra y los permisos, o reducir los salarios en caso de que la empresa se declare “en crisis”.

Es más, en muchos almacenes donde los obreros no están organizados o donde sólo están presentes los sindicatos oficiales, a los trabajadores se les reduce la categoría (y por tanto el sueldo); se pagan las horas extra igual que las normales, o directamente no se pagan; incluso se llega a abonar el salario en negro, sin cotizar a la seguridad social; y a los conductores no les pagan (o solo en parte) las dietas por desplazamiento. A esto hay que añadir un despotismo corporativo de tipo racista y semi-esclavista, que ofende la dignidad obrera.

Dada la legislación italiana y su sistema jurídico (al que acuden algunos obreros para reclamar sus derechos por vía judicial), lo peor que les puede pasar a las empresas es que las condenen a pagar lo que deben, por lo que la violación de los derechos laborales siempre sale barata. Una práctica muy extendida es la apertura y el cierre de las llamadas cooperativas, a veces en el mismo año, declarándose en quiebra para no tener que pagar a los obreros la última nómina y el finiquito.

Además del impago a la seguridad social, también está muy extendida la evasión fiscal. Los funcionarios de hacienda han descubierto hace poco un desfalco de 1.500 millones de euros llevado a cabo por un consorcio de cooperativas. Las empresas cooperativas de logística son tan buen negocio que han llamado la atención del crimen organizado: la Mafia, la N’dragheta, la Camorra y demás, que aunque en principio se valen de ellas para lavar dinero a menudo llegan a entablar estrechas relaciones financieras con las grandes empresas internacionales de logística.

En el sector del transporte, los sindicatos oficiales, más que ser blandos, suelen estar corrompidos y son cómplices de los jefes de las cooperativas y las empresas. Muchas veces nos encontramos a antiguos sindicalistas enfrente, como patrones, tanto en las viejas cooperativas como en las nuevas, de tipo mafioso.

SI Cobas y ADL Cobas llevan varios años trabajando en la organización de los obreros de este sector, y en los cientos de almacenes en los que los obreros están organizados sus condiciones han cambiado completamente, con subidas de salario que suelen estar entre el 50% y el 100%, además de la reducción del tiempo de trabajo y otras mejoras en las condiciones de trabajo, empezando por el respeto a los obreros. Esto se ha logrado sobre todo a través de duras luchas, generalmente mediante huelgas y bloqueo de vehículos en las puertas de los almacenes. Y al precio de la represión patronal (despidos, lock-outs) y estatal. Luchas durante las cuales los obreros han levantado la cabeza y se han vuelto más militantes.

En este proceso se han ido organizando miles de trabajadores, muchos de ellos en las principales compañías del sector (TNT, GLS, DHL, SDA, BRT), en cuyos centros los miembros de SI Cobas y ADL Cobas son mayoría. Sin embargo, la mayor parte de los obreros sigue desorganizada. En los pasados meses la actividad se ha extendido del sector de la logística al de los transportes. Geográficamente, el movimiento se ha desarrollado en las áreas de Milán y el noreste de Italia, se ha extendido luego por el norte y el centro y ahora está llegando al sur (donde la mayor parte de los obreros son italianos).

En las grandes empresas hemos logrado convenios colectivos nacionales, que sustituyen a los que firmaron los sindicatos oficiales CGIL, CISL y IUL. Estos han respondido incluyendo algunas de nuestras reivindicaciones en sus demandas.

El pasado mes de octubre, SI Cobas y ADL Cobas presentaron sus reivindicaciones de cara a la renovación de los convenios del sector, que expiran este año, y convocaron la primera huelga nacional el 29 de octubre, ligada a las semanas internacionales de movilización y lucha convocadas por la Red Sindical de Solidaridad y Luchas. Entre estas reivindicaciones está la reducción de la jornada de las 39 a las 37.5 horas semanales, algunas medidas para proteger la salud de los obreros frente al desgaste físico que implica la sobre carga de trabajo y un seguro para los obreros discapacitados por el trabajo, así como ciertas garantías en caso de que la empresa cambie de dueño y haya subrogación.

La lucha de los obreros de la logística en Italia tiene un carácter directamente internacional: por una parte, porque los obreros provienen de decenas de países diferentes de todos los continentes, que en las luchas se unen a los obreros italianos superando las divisiones nacionales; y por otra, porque el transporte es internacional por su propia naturaleza. Las operaciones de muchos centros italianos engloban a otros países del sur de Europa y del Mediterráneo, y a menudo las empresas amenazan con trasladar sus almacenes a otros lugares. Es más, con la liberalización del transporte en Europa, se ha desatado la competencia en las empresas de transporte, concurrencia que se basa en la imposición de bajos salarios con medios legales o ilegales; en la sobre-explotación de los conductores (la mayoría inmigrantes), a quienes se obliga a realizar larguísimas jornadas de trabajo que superan los límites legales; en la violación de las normas de descanso obligatorio y de los controles, de diversas formas; así como en la utilización de empresas situadas en países con bajos salarios, violando los límites que impone la ley europea de cabotaje.

Una acción coordinada en diferentes países europeos nos permitiría reducir bastante la competencia que nos hacemos los trabajadores, y debilitaría la capacidad de los patrones para dividirnos, chantajearnos y pagarnos menos. Por eso proponemos trabajar para establecer una coordinación europea entre los obreros del transporte y la logística, más allá de los miembros de la Red Europea de sindicatos, que parta de la disposición a desarrollar una lucha común en defensa de las condiciones de trabajo.

SI Cobas