Traducción a partir de la versión francesa publicada por Robin Goodfellow y Critique Sociale. Según Robin Goodfellow, «para Marx, la organización permanente, que forma la base para la unidad del proletariado, es el sindicato; mediante las luchas y la obtención de mejores condiciones de vida, dentro del sindicato se crea un espacio en el que dan las condiciones para la educación política de la clase obrera. La capacidad de organizarse en partido político no puede ser sino temporal».
Publicamos aquí la traducción integral de un artículo del sindicalista metalúrgico Johann Hamann, en el que relata su entrevista con Karl Marx. Este texto, publicado en el Volksstaat nº 17 del 27 de noviembre de 1869, surge de a partir de una discusión entre Marx (de paso por Alemania) y cinco sindicalistas, que tuvo lugar el 30 de septiembre de 1869 en Hanover. Su primera publicación en francés, y por lo que sabemos la única, fue en la revista La Révolution prolétarienne nº 23, noviembre de 1926, pág. 9-10. La reproducimos tal cual.
ENTREVISTA DE KARL MARX CON J. HAMANN
Los sindicatos no pueden ni deben depender jamás de una organización política; lo cual demuestra la actual decadencia de nuestro sindicato. Esta es también la opinión del mejor economista y escritor de nuestra época, el doctor Karl Marx, maestro de Lasalle, que pasó por Hanover hace poco tiempo. No pude evitar acercarme a conocer personalmente a este sabio, y le pedí que me recibiera para poder escuchar sus consejos de gran investigador social y su juicio sobre los sindicatos. Junto a cuatro amigos, fuimos a su casa, donde la entrevista duro una hora y media. Sólo relataré las cuestiones más importantes.
Mi primera pregunta al doctor Marx fue esta: “Para que los sindicatos sobrevivan, ¿deben depender de alguna organización política?”.
Me respondió: “Los sindicatos nunca deben asociarse a ninguna agrupación política ni depender de ella; de lo contrario, no cumplirían su tarea y recibirían un golpe mortal. Los sindicatos son escuelas de socialismo. En los sindicatos, los obreros se convierten en socialistas porque dentro de ellos ven cada día, con sus propios ojos, la lucha contra el capital. Los partidos políticos, sean cuales sean, sólo entusiasman a las masas trabajadoras de manera pasajera, por un tiempo solamente, mientras que los sindicatos los retienen de manera prolongada, y son ellos únicamente quienes pueden representar un verdadero partido obrero y poner un muro al poder del capital. La gran masa de los trabajadores, sin distinción de partido, sabe que su situación material tiene que mejorar. Si su situación material mejora, el trabajador podrá dedicar más tiempo a la educación de sus hijos; su mujer y sus hijos ya no necesitarán trabajar en la fábrica; él mismo podrá ejercitar más su inteligencia y ocuparse de su cuerpo; se convierte así, casi sin sospecharlo, en socialista.”
La segunda pregunta que planteé fue esta: “¿Es útil que el sindicato posea su propio órgano?”. Comenté que todos los meses lanzábamos circulares para dar a conocer nuestro balance y discutir todo aquello en lo que el sindicato puede estar particularmente interesado. Sin embargo, nos reprochaban desde distintos sitios que con ello demostrábamos ser unos presuntuosos y tener mucho amor propio, acusándonos casi de pecar contra la organización, etc.
Esto es lo que me respondió Marx: “No me sorprende escuchar cosas semejantes. Pero no tengáis en cuenta esos comentarios. Es precisamente en el órgano sindical, que constituye el medio de comunicación, donde hay que discutir los pros y contras; es allí donde uno puede ocuparse de los salarios que se pagan en las distintas regiones, de las condiciones de trabajo en las diversas industrias; lo que ocurre es que este órgano no debe ser nunca propiedad de una sola persona; para que pueda cumplir su función, debe ser propiedad de todos. No hace falta demostrar esta afirmación. Las razones son tan claras que todos entenderán que esta es una condición fundamental para que los sindicatos prosperen.”
Esta es la opinión de un hombre reconocido generalmente como la mayor autoridad en materia de economía política. Si alguien duda de la autenticidad de estas palabras, no tiene más que dirigirse directamente al doctor Marx, Modena Villa, Maitland Park, Londres. Marx declaró que estaba dispuesto a confirmarlas.
En fin, además nos aconseja que nunca nos aferremos a las personas, sino únicamente a la causa. “¿Qué más os da Liebknecht, el doctor Schweitzer o yo mismo?”, nos dijo, “¡Lo único que de verdad importa es la causa!”
Una respuesta a “Marx sobre los sindicatos (entrevista con J. Hamann en 1869)”
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